Pequeño Negocio Local

/Cartel de Misako Mimoko para Kireei/

Esta mañana, leyendo kireei, me he llevado una alegría. Una entrada maravillosa que nos recuerda los beneficios de la compra al pequeño negocio. Yo crecí en un barrio pequeñito, donde nos sabíamos el nombre del dueño de la droguería, donde mi yaya compraba "el detergente", conocíamos a Pepito, el de la pescadería, y al matrimonio que llevaba la charcutería. Además, el del kiosco nos conocía de toda la vida; es donde comprábamos las bolsitas de cumpleaños para la clase, los petardos para las fallas y nos forraba los libros del cole.

No podemos de ninguna manera olvidar todo aquello. Es cierto que cada vez es más difícil, porque los pequeños cierran, los grandes quedan y al final todos compramos hacendado (yo no, es una revolución personal mía que llevo) pero no podemos dejarnos seducir por las grandes superficies. El mercado de Ruzafa es una de las cosas más bonitas que he visto en mi vida, y aunque ahora vivo lejos de mi barrio, intentamos seguir la bonita costumbre de apostar por los negocios chiquitos y preciosos que aun siguen.  Esos que pides unas patatas, te seleccionan las más buenas y luego te llaman "bonica". Maravilloso.

No digo "ikea es horrible..!" Creo (y siempre he creído) que cualquier extremo es malo, pero pienso que hay pequeños gestos en nuestra vida muy, muy, modificables que pueden conseguir una gran cambio en la de los demás.